jueves, 13 de diciembre de 2012

Las OCHO Reglas de la Mente Que Te Ayudarán a Cambiar Tu Vida





Las OCHO Reglas de la Mente Que Te Ayudarán a Cambiar Tu Vida



Quieres cambiar cosas en ti, pero tu cerebro parece que no entiende.

Racionalmente le das órdenes, pero tu cerebro no las obedece.

Es como si existiera una gran distancia entre lo que quieres y lo que consigues.

 

Existen ocho reglas fundamentales que el cerebro cumple escrupulosamente y que tenemos que tener en cuenta a la hora de producir cualquier cambio.

1. Todo pensamiento o idea produce una reacción física



Todos los pensamientos afectan a todas las funciones del organismo.

Los pensamientos de preocupación desencadenan cambios en el estómago, que a la larga pueden derivar en úlceras.

Los pensamientos de ira, aumentan el nivel de adrenalina a la sangre, produciendo diversos cambios en el cuerpo.

Los pensamientos de ansiedad y miedo, aumentan la rapidez del pulso.

Todas las ideas que tienen un fuerte contenido emocional casi siempre alcanzan el inconsciente, (la mente del sentimiento).

Una vez aceptadas, éstas ideas continúan produciendo la misma reacción corporal una y otra vez.

Es necesario, por lo tanto, romper ese círculo por algún sitio si no queremos caer una y otra vez en las mismas respuestas psicofisiológicas.

2. Lo que se espera tiende a hacerse realidad



El cerebro y el sistema nervioso responden a imágenes mentales, ya sean imágenes internas o externas.

Las imágenes formadas se convierten en pautas fijas y el inconsciente utiliza todos los medios de que dispone para llevar a cabo su plan.

Preocuparse es una forma de programar respuestas físicas que no deseamos y el inconsciente actúa para que se cumpla la situación representada en las imágenes.

"Las cosas que temía han acabado por sucederme".

Muchas personas padecen ansiedad crónica, que es simplemente una expectativa mental inconsciente de que va a ocurrir algo terrible.

Por otra parte, todos conocemos personas que parecen tener una magia especial.

Parece que la vida les colma de bendiciones sin motivo aparente. De ellos decimos que tienen suerte.

A Lo que llamamos “buena suerte”, es en realidad, “Expectativas mentales positivas”, una honda convicción de que ellos merecen que todo les salga bien.

        

         “Nos convertimos en lo que pensamos”.



Nuestra salud física depende en gran medida, de nuestra expectativa mental.


3. Al tratar con tu mente o con la otra persona, la imaginación es más poderosa que el conocimiento



           LA IMAGINACIÓN ANULA FÁCILMENTE LA RAZÓN.

 

Este es el motivo por el que ciertas personas se precipitan a ciegas hacia actos o situaciones irracionales.

Los crímenes violentos originados por los celos casi siempre tienen la causa en una imaginación hiperactiva.

Muchos se sienten superiores a los que pierden sus ahorros en manos de timadores o siguen ciegamente a demagogos.

Se ve fácilmente que estas personas sobrepasan su razón.

A menudo estamos ciegos ante nuestras propias supersticiones, prejuicios o creencias irracionales.

Las ideas que contienen una fuerte emoción, como la ira, el odio, o el amor, referidas a nuestras creencias políticas o religiosas, son difíciles de modificar mediante el uso de la razón.

 

4. No se puede estar de acuerdo y al mismo tiempo tener ideas opuestas


Se pueden almacenar muchas ideas.

La regla hace referencia al reconocimiento de una idea por la mente consciente.

Muchas personas intentan obtener ideas opuestas simultáneamente.

Un hombre podría creer en la honestidad y esperar que sus hijos sean honestos, y no obstante embarcarse en prácticas comerciales levemente deshonestas.

 

Puede intentar justificar sus actos diciendo, "Todos mis competidores lo hacen, es una práctica "aceptada".

Sin embargo, no puede eludir la tensión y su efecto sobre el sistema nervioso, originada por sostener ideas opuestas.

 

5. Una vez que una idea ha sido aceptada por la mente inconsciente, permanece hasta que otra idea la reemplaza


Esta regla va asociada a la siguiente:

“Cuanto más tiempo permanece una idea, mayor es la resistencia a que se la reemplace por otra idea nueva”.

Una vez que una idea ha sido aceptada, tiende a permanecer, y cuanto más tiempo actúa, más tiende a convertirse en una forma habitual de pensar.

Así es como se forman los hábitos, (Sean buenos o malos).

Tenemos pautas de pensamiento y acción.

Acordaros siempre que:

          "TODA ACCIÓN VA PRECEDIDA DE UN                                 PENSAMIENTO".

 

Si queremos modificar nuestras acciones, tenemos que empezar modificando nuestros pensamientos.

Aceptamos ciertos hechos como verdaderos.

Aceptamos que el Sol sale por el este y se pone por el oeste, incluso cuando está nublado y no podemos verlo.

Tenemos muchas pautas de pensamiento que son incorrectas y sin embargo se han convertido en “Dogmas”.

Existen personas que en momentos críticos beben güisqui, fuman o consumen calmantes para rendir con eficiencia.

Todo eso es incorrecto, pero la idea está ahí, y resulta una pauta fija de pensamiento.

Siempre encontraremos oposición para reemplazarla, con una nueva idea.

 

6. Un síntoma inducido emocionalmente, si persiste lo suficiente, tiende a causar cambios orgánicos



La ciencia médica reconoce que más del 60 % de las enfermedades humanas son psicosomáticas.

La función de un órgano o de una parte del cuerpo se ha perturbado por la reacción del sistema nervioso a ideas negativas que sostiene el inconsciente.

No se quiere decir con esto que toda persona que se queja de una enfermedad está enferma emocionalmente o es neurótico.

Hay enfermedades causadas por gérmenes, parásitos o virus.

                  ¡Somos un conjunto inseparable de mente y cuerpo!

Si temes continuamente que tu salud se debilite, sí hablas constantemente de tus nervios de estómago o tus migrañitas debidas a la tensión, a la larga pueden producirse cambios orgánicos.

 

 

 

 

7. Cada sugerencia llevada a la práctica, disminuye la resistencia a sucesivas sugerencias



Cuanto más tiempo dura una tendencia mental, más fácil es de seguir.

Una, vez que se forman los hábitos se vuelven más fáciles de seguir y más difíciles de romper.

Cuando el inconsciente ha aceptado una sugerencia, se hace más fácil que acepte nuevas sugerencias y las lleve a la práctica.

En ello se basa la publicidad y el marketing.

 

8. En lo concerniente a la mente inconsciente y sus funciones, a mayor esfuerzo consciente menor es la respuesta del inconsciente



¡La "Fuerza de Voluntad" no existe en realidad! (en muchas ocasiones).

Si padeces insomnio has aprendido que "cuanto más te empeñas en dormirte, más te mantienes despierto".

Al tratar con el inconsciente tómate las cosas con calma".

Hay que saber dar las instrucciones al cerebro para que entienda exactamente lo que deseamos de él.

El cerebro no entiende el lenguaje consciente, ya que utiliza un lenguaje que no está basado en palabras, sino en la estructura que tiene el pensamiento.

Por eso no sirven todos esos libros de autoayuda en los que se trata de realizar autoafirmaciones.

 

 

 

Esos libros te recomiendan frases del estilo: "Soy capaz de sentirme bien".

Si pensar eso así funcionara, no habría problemas psicológicos.

 El cerebro no entiende ese tipo de frases.

                        El cerebro funciona por estructuras.

 

Decir: "Soy capaz de sentirme bien”, llega a nuestra parte racional, pero no hace que cambiemos nuestra forma de sentir.

Saber cuál es la estructura que hace que nuestro cerebro entienda nuestras órdenes, será nuestra misión.

 

 

 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Qué hacer con nuestros sentimientos


 
 
 
 
Qué hacer con nuestros sentimientos?

Para contestar esta pregunta vamos a ver primero qué son los sentimientos, para qué nos sirven, qué hacemos a veces con ellos y cuál es la alternativa.

Los sentimientos son exclusivamente
energía e información. Son energía
porque tenemos unas sensaciones físicas cuando se manifiestan. Imagina que estás nervioso/a, según qué tipo persona eres es posible que notes alguna de estás reacciones: nudo en el estómago, presión en el pecho, sudoración en las manos, opresión en la garganta, sonrojo, reducción de la respiración, etc. Es la energía manifestándose.

Los sentimientos también son
información, valiosa información sobre nosotros mismos/as. Delante de una persona o un hecho sentimos algo, normalmente. Esta información nos indica donde estamos en nuestra evolución personal. Cuando sentimos rabia, alegría, envidia, tristeza, orgullo o satisfacción frente a algo o alguien es simplemente donde estamos en este momento de nuestra vida. Los sentimientos son la información necesaria para poder crecer y madurar.


En nuestra infancia aprendimos a clasificar los sentimientos en buenos o aceptables y malos o inaceptables. Tal diferencia sólo existe en nuestra mente y causa numerosos problemas.

Imagina una persona a la que no le guste su mano izquierda y en cambio le encante su mano derecha. ¿No sería bastante absurdo? Son simplemente manos, son lo que son, dos miembros de nuestro cuerpo. Hay personas que no pueden soportar sentirse tristes y siempre quieren estar bien, contentas. No aceptan lo que es, los sentimientos son simplemente energía e información que nos dicen donde estamos.

Como consecuencia de la valoración que aprendimos de los sentimientos muchas veces los reprimimos, los ignoramos o nos distraemos para evitarlos.

Haciendo esto resistimos lo que es. Impedimos que los sentimientos cumplan su papel, o sea facilitarnos la información necesaria para crecer. Bloqueando la información necesaria para crecer, madurar y cambiar, impedimos que la naturaleza, nuestra naturaleza, siga su curso y nos perjudicamos.

La causa de nuestras dificultades con los sentimientos es que los
resistimos, no los aceptamos. La única solución es trabajar con la resistencia, como ella es la causa, en ella está la solución.  ¿Cómo dejar de resistir?  A veces no es fácil porque hay procesos inconscientes fuera del control consciente. La causa primera, más profunda que la resistencia, es el control, éste es el problema.

Cuando dejas de intentar controlar los sentimientos el problema desaparece.

Este es el secreto:
Cuando dejas de intentar controlar los sentimientos el problema desaparece.

Otra vez:
Cuando dejas de intentar controlar los sentimientos el problema desaparece.

Esto es lo que puedes hacer para dejar de intentar controlar los sentimientos:

Primero,
reconoce que hay una resistencia, resistes lo que es, lo que sientes.

Reconoces que hay una resistencia notando que estás incómodo.

INCOMODIDAD = RESISTENCIA, siempre, sin excepciones.  

Segundo, cuando percibes que estás incómodo, nótalo, experiméntalo.

Dite: “aquí estoy, sintiendo ___________. Debo estar resistiendo”.

Tercero,
obsérvate a ti mismo/a. Nota lo que sientes, nota tus pensamientos, nota tus sensaciones físicas. Simplemente nota
. Sé el observador/a, es testigo. Hazlo con curiosidad. Deja que todo lo que sucede esté bien y simplemente observa.
 
Cuando no haces los pasos uno a tres creas
resistencia porque quieres controlar lo que es, la incomodidad que tienes y no te gusta, producida por los sentimientos (energía e información) que están para que crezcas. Como es imposible tener éxito reprimiendo, ignorando o distrayéndote de tus sentimientos, creas tensión física, mental y emocional en tu vida, creas tu propio sufrimiento.
  Resistiendo y resistiendo tus sentimientos sigues creando más y más sufrimiento.

Muchas personas se hacen preguntas que no tienen respuesta, sin saber que lo mejor es no hacerse preguntas que nunca tendrán respuesta. Jamás encontrarás respuesta si te preguntas racionalmente “¿porqué me siento así?”. Los sentimientos están para ser sentidos, no para ser preguntados.

 Si haces los pasos uno a tres estás conectado/a contigo mismo/a.
Aceptas lo que es porque sabes que el único “control real” del proceso es dejar que este fluya y fluya sin interrupción. Accedes a una valiosa información sobre ti mismo/a diseñada para que crezcas ilimitadamente. Te conoces más y más a ti mismo/a, maduras más rápidamente y creas más y más armonía y felicidad
en tu vida.

 Aceptando tus sentimientos aceptas que eres un 100% por 100% responsable de todos tus sentimientos. Haciendo esto liberas una gran cantidad de energía creativa, dejas de ser víctima, de quejarte o de culpar a otros  para convertirte en
co-creador/a
de tu vida. Dejas de impedir tu crecimiento y apuestas y actúas para crecer.

Hacer lo que aquí se indica requiere práctica y constancia, como cualquier otra habilidad que has aprendido. Si tienes éxito sigue haciéndolo, cuando no funcione tan bien, piensa que la próxima vez irá mejor, estás creando un nuevo hábito de comportamiento que requiere práctica.

Si cuando algo te sucede y te sientes incómodo/a no tienes la posibilidad de pararte para procesar tus sentimientos, hazlo en otro momento así.

  • Siéntate o túmbate cómodamente.
  • Respira profundamente varias veces.
  • Ve a la situación, revívela y siente todo lo que sientas, aceptándolo, sin juzgarte.

Sabrás cuando ya has procesado los sentimientos porque:

  • La reacción física habrá desaparecido,
  • La intensidad de las emociones se habrá disipado y
  • serás consciente de la información que había.

Espero que con esta información, y practicando lo que te propongo, alcances, día a día, todo lo que deseas y te mereces.

Te deseo lo mejor.

 

sábado, 13 de octubre de 2012

Apocalyptica & James Hetfield Metallica - Nothing else matters ''mix'' b...


Las sugestiones negativas


 
"Nuestra realidad, no es lo que nos acontece, es cómo lo interpretamos"  
 
 
 
Sobre las sugestiones negativas

 

Decía Watzlawick que “es imposible no comunicar”, por lo que, si lo tenemos en cuenta, es también imposible evitar influenciar o ser influenciado, así como es inevitable sugestionar o ser sugestionado.

La gente es capaz de concentrarse intensamente, de abstraerse, incluso de entrar en un estado de conciencia disociada, de forma espontánea, es decir, sin que tenga lugar ningún ritual formal de inducción hipnótica. Esto no quiere decir que estas experiencias hipnóticas naturales sean las mismas que las que experimentamos en hipnosis en un entorno controlado, como la consulta del profesional, y sin embargo presentan muchas propiedades en común.


 

Erickson dice que la hipnosis, más que sugestión, es una actitud, y que si la actitud es consciente, el sujeto determina si admite o no ser hipnotizado, si vale o no la pena prestarse a ello; pero cuando el individuo actúa mecánicamente, siguiendo un patrón estereotipado, se halla en un plano inconsciente, o lo que es igual, su actitud tiene un carácter inconsciente.

La hipnosis es un procedimiento que se aprende, no hace falta tener ningún tipo de poder especial para ello. Por ejemplo, el procedimiento de la hipnosis clásica se compone de varios pasos a seguir: pre inducción, inducción, profundización, sugestiones y salida. Otra historia totalmente distinta es aprender a realizar y utilizar esta técnica para obtener objetivos terapéuticos.

Curiosamente, uno de los puntos más importantes a la hora de trabajar y ejercer con la hipnosis clínica, supone saber proporcionar sugestiones efectivas para originar cambios beneficiosos en la persona que se somete voluntariamente a tratamientos psicoterapéuticos donde se incluye esta técnica.

DEFINICION

Las definiciones de sugestión que aparecen en libros o manuales de hipnosis suelen tener cierta similitud.

 

Por ejemplo, Bernheim y Liébault introdujeron este concepto como “el acto por el cual una idea es introducida en el cerebro y aceptada por el mismo”, pero, en el sentido literal de la palabra, sugestión es el acto de sugerir, y sugerir viene de las palabras latinas sub genere, que significan introducir por debajo; como si dijésemos a hurtadillas o a espaldas de alguien, obrando en él algo sin que caiga en la cuenta de lo que se trata.

Según M. Yapko, la estructura de las sugestiones hipnóticas no es estática, sino dinámica. Pueden clasificarse en distintos grupos que comparten rasgos múltiples y simultáneos. Ni encajan todas en una sola categoría, ni el clínico se ve obligado a moverse en un determinado grupo a la hora de dar sugestiones a alguien. Esos grupos, según el autor serían:

 

Sugestiones directas e indirectas:

 

  • Ej. de directa “Usted puede hacer X”
  • Ej. de indirecta “Conocí a alguien que hizo X”

Sugestiones positivas y negativas:

 

  • Ej. de positiva “Usted puede hacer X”
  • Ej. de negativa “Usted no puede hacer X”

Sugestiones de proceso y contenido:

 

  • Ej. de proceso “Usted puede tener una determinada experiencia”
  • Ej. de contenido “Usted puede experimentar esto (una determinada sensación, recuerdo, etc.)

Sugestiones permisivas y autoritarias:

 

  • Ej. de permisiva “Puede permitirse usted hacer X”
  • Ej. de autoritaria “Hará usted X”

Sugestiones pos hipnóticas:

  • Ej. de pos hipnótica “Después, cuando se encuentre usted en la situación A, puede hacer X”

Debemos aclarar que toda clasificación es arbitraria y que existen otros autores que clasifican las sugestiones (y las reacciones que provocan) de forma diferente.

Por ejemplo, se pueden clasificar como sugestiones Ideo motoras, Sensorio-Fisiológicas y Cognitivo-Perceptivas. Sin embargo, para Yapko, esto último forma parte de lo que serían los Fenómenos Hipnóticos Clásicos.

 

Teniendo en cuenta que la sugestión es el acto de sugerir una idea, un hecho que trata de un acto común, ordinario, en el que muchas veces quien sugestiona no sabe que lo hace y quien es sugestionado apenas se da cuenta de que está actuando bajo ese proceso, nos cuestionamos entonces, ¿cómo llega realmente a saber un profesional de la Hipnosis Clínica qué tipo de sugestiones son las indicadas o producen beneficio a un individuo en concreto?

Rápidamente se puede llegar a la reflexión de que con una preparación académica adecuada, mucha práctica y quizás con años de experiencia, se puede conseguir este objetivo. Pero, ¿qué ocurre cuando no se sabe dar esas sugestiones o cuando se cree que las que se ofrecen son las indicadas y en la realidad no lo son?

M. Yapko expresa lo siguiente en relación las sugestiones;

“Muchos clínicos experimentados sostienen que las sugestiones hipnóticas deben formularse en positivo para que las procese la mente inconsciente, que no entiende las negativas. Personalmente, estoy de acuerdo con estás opiniones.

(Ahora bien) Las sugestiones negativas emplean una especie de “psicología inversa” cuando se hacen bien. Pueden utilizarse para obtener una respuesta sugiriendo al cliente que no responda de determinada manera. La forma genérica de las sugestiones negativas es: “Usted no puede hacer X”. Diciéndole a alguien lo que no tiene que hacer, se le obliga a procesar e interpretar lo que se le dice y eso da lugar a que afloren diversas asociaciones subjetivas. Las sugestiones negativas pueden ser de gran utilidad si se emplean bien.”

A continuación apunto varias sugestiones negativas y, según las vaya leyendo, observe su propia reacción, comprobando y poniendo en práctica si lo que opina el Doctor Yapko sobre las sugestiones hipnóticas negativas es cierto:

  • No pienses ahora en tu primer amor
  • No pienses en una caracola de mar
  • No pienses en un incendio
  • No escuches los sonidos del entorno

¿Ha hecho caso a lo que se le sugería que no hiciera? ¿Por qué? ¿Es capaz un paciente de no hacer caso de una sugestión si no sabe que hay sugestión negativa?

 

Después de comprobar las respuestas que estas sugestiones provocan en nosotros, podemos imaginar también las que provocan en otros sujetos.

Lógicamente, si no se es consciente de esto, se puede producir el empeoramiento de un síntoma, sin saberlo ni quererlo.


Existen profesionales que defienden que la sugestión negativa es saludable, porque tiene una estructura lingüística familiar y por lo que, en tal caso, la parte consciente de la persona la entiende, asegurando así que no hay problema para que la interiorice y la ponga en práctica, en su propio beneficio.

 

No obstante, si durante el desarrollo de la hipnosis la parte que más se manifiesta es la subconsciente (porque la persona ha decidido demostrar esa actitud), apartando así o dejando al margen a la consciente (Hilgard nos señala que existe un “explorador oculto” o conciencia de vigilancia durante el trance), ¿qué sentido tiene entonces la realización de la hipnosis cuando podemos disponer, sin ella, de la conciencia al cien por cien de la persona? Otra alternativa sería, como explica G. Nardone, realizar una hipnoterapia consciente donde tanto las sugestiones verbales como las no verbales llevan al individuo a un estado de trance sin un ritual convencional de Hipnosis.

Pero, centrándonos en el tema que nos ocupa, por ejemplo, si en un estado consciente, se le da a un paciente la siguiente sugestión negativa, “no hagas eso, quítatelo de la cabeza, olvídalo”, en estos casos, ¿no es verdad, que antes de quitarse algo de la cabeza, hay que recordarlo? Se deduce, entonces, que el subconsciente responde en positivo a lo negativo.

Recordamos de nuevo a M. Erickson, cuando describe al inconsciente como un enorme ordenador que trabaja, en función de cada sujeto al cual pertenece y sin el consentimiento de éste. Nuestro inconsciente, actúa inteligentemente con vista a un objetivo y organiza nuestro comportamiento sin nuestro consentimiento. Puntualiza diciendo que el aprendizaje inconsciente es un biofeedback, una transferencia de aprendizaje: “el trance presenta un estado activo de aprendizaje, sin la intervención de actos conscientes”.

Es necesario recordar una vez más que las sugerencias negativas pueden no ser efectivas en hipnosis, cuando se emplean ingenuamente, en un sentido coloquial. Aunque este hecho es ampliamente aceptado, no es infrecuente encontrar este tipo de sugestiones, incluso en libros de texto sobre hipnosis.

Por ejemplo, en “Protocolos Clínicos en Hipnosis”, del Dr. Javier Martínez Pedrós y Jorge Juan Roca Hernández (libro avalado por la Escuela Superior de Hipnosis Clínica y recomendado por la Sociedad Internacional de Hipnoterapia Clínica), encontramos considerables manifestaciones textuales de sugestiones negativas.

A modo de ejemplo; “A partir de ahora no tendrás las crisis de ansiedad que te provocas…”, “…y no permitirás que te entre la crisis de ansiedad, (…) y por lo tanto no permitirás que te entre la crisis de ansiedad…”

Y todo ello, aún a pesar de que en el propio libro se recomiendan evitar tanto las negaciones (“El subconsciente no entiende de negaciones”) como los razonamientos lógicos (“El razonamiento lógico sólo funciona en estado de vigilia; en el inconsciente no entra el razonamiento lógico. Entran las emociones y las entiende, pero no entiende el razonamiento lógico”).

En otro libro, “La Hipnosis y sus aplicaciones terapéuticas”, de Alberto E. Cobián Mena, se filtran las siguientes sugestiones negativas y razonamientos en un guion peri operatorio:

“El cirujano (…) no te hace daño”, “(…) por lo que gozarás de bienestar permanente”, “Tu cuerpo (…) no ha permitido que haya ninguna complicación, ni lo permitirá…”

Pero además, tal vez sería también recomendable evitar dar sugestiones que incluyan “nunca” o “jamás”, porque pueden ocasionar una respuesta contradictoria o paradójica en la persona.

 

Si imaginamos a un paciente que tiene problemas de disfunción eréctil y el clínico insiste en darle sugestiones del tipo “…nunca más perderás la erección…”, ¿no se le está en el fondo recordando su problema? ¿No forzamos así a esta persona a recordar su pérdida de erección?

Observemos nuestras propias respuestas en las siguientes sugestiones:

“…quiero que sepas que nunca te quedarás en blanco cuando estés en una conversación importante con los colegas…”
“… y en tu trabajo, a partir de ahora jamás se te caerán los platos, nunca se te romperán…”
“…es curioso pero nunca se te olvidarán los nombres de la gente que te presentan…”
“…serás muy valiente por lo que nunca más te pondrás nervioso cuando vayas a sacarte sangre…”

¿No se produce un efecto similar que con el empleo de la palabra “no”? El empleo de “nunca” o “jamás” parecen constituir nuevos ejemplos de sugestiones negativas, y producir sus mismos efectos.


En el libro “Protocolos Clínicos en Hipnosis”, en un guion sobre Autocontrol, encontramos también estos ejemplos:

“A partir de ahora… nunca vas a permitir… que ninguna situación… por importante que sea para ti… haga que… pierdas tu seguridad… que te desanime… te derrumbes… desconfíes de ti mismo… sientas mareos…”

¿Con qué nos quedamos realmente en nuestra mente? ¿Qué aprendizaje realiza el sujeto en el fondo de todo? ¿Qué podemos experimentar a la vista de lo expuesto hasta ahora?

 

Hay expertos que opinan que las sugestiones negativas, si se dicen en un tono neutral, sí tienen ese efecto paradójico, pero cuando se emplean con un tono emocional adecuado, el subconsciente lo interpreta tal como se quiere transmitir.

¿Es posible que esto sea verdad? Como se aludió anteriormente y según los citados profesionales, “el subconsciente entiende las emociones pero no entiende el razonamiento lógico”. La cuestión es, ¿por qué se siguen realizando y publicando scripts donde existen sugestiones con intenciones positivas, pero con enunciados en negativo?

Parece que, lo más razonable y saludable, es transformar los mensajes negativos en positivos. No obstante, hay quien afirma que, en lenguaje cotidiano, la gente no se expresa en la forma de las sugestiones positivas, y que por ello encuentra adecuado utilizar sugestiones negativas en hipnosis.

Veamos, sin embargo, cómo suena ese lenguaje cotidiano y cómo podemos transformar expresiones negativas en sugestiones positivas:

Es verdad que el lenguaje cambia, que tiene otros matices distintos a las expresiones cotidianas, pero si sabemos que lo que funciona y ayuda es la sugestión positiva, debemos utilizarla. A menos que tengamos, como dice Yapko, la intención de que el sujeto haga lo contrario, como por ejemplo, cuando un individuo resistente dice al profesional que él nunca se puede relajar. Entonces, para este caso, se podría comenzar la sesión empleando la siguiente sugestión negativa:

“No se siente en una postura cómoda, si es posible. Prefiero que no descubra que puede relajarse, al menos de momento.”

Aquí sí encontramos una sugestión negativa introducida por el terapeuta de forma intencionada, con la idea de potenciar un efecto paradójico. No obstante, y como ya hemos visto, parece indicado limitar el uso de las sugestiones negativas, evitando utilizar especialmente negaciones coloquiales, y sustituyéndolas por sugestiones positivas.

En cualquier caso, para complicarlo todavía un poco más, parece también necesario tener en cuenta el posible efecto de sugestiones positivas radicales, es decir, expresiones opuestas a “no”, “nunca”, “jamás”:

“A partir de ahora y en adelante siempre estarás tranquilo en los exámenes”

 

Imaginemos la siguiente sugestión para una persona con problemas de estreñimiento.

“A partir de ahora siempre irás bien al váter”

O también la inversión del “no” por el “sí”:

“…y como has estudiado mucho, sí te acordarás de todo”“…por supuesto que te encontrarás más alegre, seguro que sí…”

Estos extremos, a pesar de estar expresados en un lenguaje positivo, también conllevan el riesgo de sugerir lo contrario.

 

Queda claro que la palabra, es el elemento clave para realizar la sugestión       hipnótica.

Las indicaciones sugestivas, aunque sean precisas, ordenadas y bien definidas y se ofrezcan con distintas modulaciones (monótona, cálida, imperativa, etc.), adecuadas al caso, no garantizan que éstas sean bien interpretadas por el paciente, a pesar de estar orientadas a sus necesidades.

Existen diversas formas de comunicar una idea a alguien, por lo que el clínico debe elegir su formulación y dar la sugestión hipnótica más útil y que tenga las mayores posibilidades de ser aceptada por el cliente.

En todo caso, nuestra intención con todas estas consideraciones es invitar a la reflexión, estimular la utilización racional de las sugestiones positivas y recordar las necesarias precauciones que debemos tener con las sugestiones negativas, especialmente cuando éstas son incluidas de forma inadvertida en el contexto hipnótico.